La puerta de atrás.

Un viento seco,

asfixiante,

polvoriento.

Un rostro anclado en la tierra,

unos ojos perdidos en el cielo.

Pasan arbustos errantes

por este inhóspito desierto,

qué lejana se ve la esperanza

cuando ya no quedan fuerzas

para un nuevo comienzo.

Labios cuarteados

por feroces espadas de fuego.

Un cuerpo derrumbado,

entre la histeria de los lagartos

y la canción de las serpientes.

En la soledad de los páramos

nunca queda sitio

para las causas perdidas,

el sol reina en lo alto

y todo lo mira y domina.

Pero viene de las colinas

un dulce susurro,

es la invitación,

la maravillosa promesa

escrita en los horizontes.

Y entonces comprendo al fin,

que llega la hora de aplacar la sed,

que es el momento de beber en la línea del cielo

para llenarse de afán,

que es tiempo de volver a caminar

y de avanzar descalzo

sobre el asfalto caliente,

sin mirar atrás,

y de gritar con fuerza

a los cuatro vientos,

porque he vuelto.

Proa al ensueño

en otra odisea,

el viento no sopla

la mar está quieta.

La mirada perdida

en las velas vacías,

el barco chirría

el sol me asesina.

Tirado en la popa

envuelto en andrajos,

pasan las horas

y crece mi barba,

pero la brisa no llega,

ya no hay comida

y el agua escasea.

¡Maldita quimera!

si al menos fueras remota utopía

¡juro que remaría!

Pero hoy no hay remos,

ni alas,

los tiburones y la desazón

no me dejaron nada.

Los mirlos cantan

como en primavera,

y yo me pregunto

qué demonios hacen

en la alta mar océana.

¡Malditos pájaros!

¡callad de una vez!

¿acaso no puedo

ser como todos

y vivir en la tierra

sin salir de la cerca?

Y condenado a eterno viaje

tal vez nunca alcance un puerto,

y voy errático a lo imposible

siempre a lo irrealizable,

si al menos fueras

tan sólo utopía

yo ya tendría bastante.

Pero volvió la brisa

y al oído me dijo:

«sólo muere

el que ha vivido,

el que ha amado,

el que ha sentido;

los barcos varados

son el fracaso,

nunca han sido

nunca han soñado.»

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1 comentario

  1. luis

     /  17 septiembre 2012

    vaya combinacion de roadmovie y romanticismo finisecular…

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